domingo, 22 de septiembre de 2013

 ¿Qué comprendemos por Patrimonio Cultural?

 Una pregunta que a partir de ahora va a ser el principal engranaje de este blog. Ya desde que di mis primeros pasos en el Grado de Historia reconocí la posibilidad de que comprender y hacer comprender la importancia del Patrimonio Cultural sería algunas de mis responsabilidades; logre o no logre terminar trabajando para ello. 

Ya así de primeras, integro la palabra "importancia" a esta definición, ya que la llevo integrada en mi conciencia. Pero siempre impregnada en matices, porque todo lo elaborado por el hombre tiene distintos puntos de mira, es como contemplar una misma escena pero con distintos ojos. 

En primer lugar introduzcamos una definición:
 se entiende como Patrimonio Cultural el conjunto de bienes muebles, inmuebles y materiales que heredamos del pasado y decidido socialmente y académicamente que merece la pena proteger como parte de nuestras señas y costumbres.  
 Es una definición, que podemos usar como base troncal para introducirnos de manera general en la complejidad que compendia la búsqueda de la definición; se contempla al no existir una única definición, de Patrimonio Cultural, entre los entendidos de la materia. 
Partimos que antiguamente era reconocida como Patrimonio Histórico Artístico, es decir que estos bienes, heredados del pasado, son el resultado de la acción humana, que terminan por conformar una cultura, evolucionando entonces a Patrimonio Cultural, usando por ello, estos dos adjetivos, "cultura" y "patrimonio".

Todo esto recae en el mismo punto de partida, el pasado y la herencia; ¿y es entonces lo creado por nuestros antepasados lo que define patrimonio cultural? , ¿Sea cercano o lejano, bueno o malo? ¿De nuestras fronteras visibles, o de un mundo aún desconocido para uno mismo?

Ante algunas de estas cuestiones la UNESCO, entra a dar definición y respuesta, que dice así:

“El Patrimonio Cultural de un pueblo comprende las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, escritores y sabios, así como las creaciones anónimas, surgidas del alama popular, y el conjunto de valores que dan sentido a la vida, es decir, las obras materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese pueblo; la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura, las obras de arte y los archivos y bibliotecas.”.

Comprendemos así que ese pueblo elige de lo creado a lo largo de su historia, desde su formación, lo que debe permanecer y conservarse en su cultura, formando un pilar base que da forma y conciencia histórica a sus representantes. Ya sea una obra literaria, un vocablo, o un casco histórico. Es aquí donde entra el centro de atención, la elección. Desde antes de que existiera el concepto de Patrimonio Cultural, ya se optaban por tomar a algunos bienes de importancia histórica y a otros despreciarlos y discriminarlos como "barbarie". 
Toda elección esta influida y determinada por varios motivos, ya sean religiosos, económicos, políticos etc..  Y el Patrimonio no iba a encontrarse libre de la subjetividad del hombre, ya que el mismo la creo con esta característica, con la subjetividad de expresar un sentimiento propio que termina por representar un todo. 

Pues es así como en este Blog vamos a centrarnos en la fragilidad que sufre el Patrimonio Cultural a lo largo de la Historia, fragilidad ante sus propios creadores, el humano, y ante el transcurso de la historia; ya que como bien se sabe es un "continuum" y sus obras no están protegidas ante ello.